La neuropediatría se ocupa de las enfermedades del sistema nervioso que ocurren en la edad pediátrica, que abarca desde la vida fetal hasta la edad adulta. Además, y a diferencia de la neurología del adulto, presta especial atención al desarrollo de las capacidades físicas, mentales y emocionales del niño, las que le permitirán tener una vida autónoma y relacionarse adecuadamente con los demás.

​​​​​​Incumben a la neuropediatría tareas que van desde la prevención de enfermedades neurológicas hasta la atención de pacientes de máxima gravedad y el tratamiento de sus secuelas, incluyendo toda la patología de gravedad intermedia entre ambas situaciones. Así, la detección precoz de dificultades en el desarrollo favorece su pronto tratamiento y mejora su pronóstico. Por otro lado, la atención neurológica de las secuelas de una lesión cerebral favorece su recuperación y mejora las posibilidades de autonomía del niño que las sufre.

El neuropediatra tiene 3 competencias básicas que son: asistenciales, sociales o investigadoras y docentes.